¿Nunca se han preguntado porque sentimos
atracción o rechazo hacia determinadas personas? ¿Por qué hay actitudes que nos
molestan demasiado y otras que nos agradan?
Esto se debe a que todas las
relaciones que construimos son nuestro propio reflejo, lo que quiere decir que
todo lo que vemos a nuestro alrededor es una expresión de nosotros mismos, y a
través del espejo de una relación podemos descubrir nuestra conciencia o ámbito
espiritual.
Mediante los vínculos con los demás
podemos alcanzar la evolución espiritual, cuya meta es la unidad de la
conciencia, ya que aunque todos somos parte de la misma consciencia universal,
los verdaderos avances solo tienen lugar cuando reconocemos esa conexión en
nuestra vida cotidiana.
Estos vínculos que mantenemos en
nuestras vidas son una de las maneras más efectivas para alcanzar un estado de
conciencia debido a que siempre estamos envueltos en
relaciones.
Todos somos uno, y tanto las
personas a las que amamos como las personas por las cuales sentimos rechazo,
son un reflejo de nosotros.
Nos sentimos más atraídos a las personas que
comparten características similares a nosotros, como la inteligencia, o el
liderazgo, y queremos estar en su compañía, porque inconscientemente sentimos
que al estar con ellos podemos manifestar más de esas características.
De la
misma forma, cuando sentimos rechazo por alguien significa que reflejan las
características que negamos en nosotros, que no estamos dispuestos a aceptar.
Cuando seamos capaces de ver el espejo
de las relaciones, podremos ser capaces de ver nuestro ser completo. Es muy
importante aceptarnos en nuestra ambigüedad y aceptar que tener características
negativas no significa que seamos imperfectos, sino que estamos completos.
Existe un ejercicio para aceptar
nuestra dualidad.
Primero, deben conseguir una hoja y un lápiz y dividirla en
dos.
Luego, piensen en una persona que les atraiga, y en el lado izquierdo de
la hoja, pongan al menos diez características que les resultan atractivas en
esa persona. No se detengan a pensarlo demasiado, solo pongan lo primero que se
les viene a la mente.
Luego piensen en una persona que no
les agrade, y de la misma manera, en el lado derecho de la hoja pongan al menos
diez características que consideren negativas de ella, sin detenerse a
pensarlo.
Piensen en la primera persona.
Piensen en tres aspectos de ella que sean negativos y anótenlos.
Luego, piensen
en la segunda, y anoten tres aspectos de ella que consideren interesantes o
positivos.
Ahora deben tener al menos 26
características en ese papel. Reléelas y encierra con un circulo aquellas que
consideres que están presentes en ti. Por ejemplo, si escribiste generosidad en
la persona que te atrae, piensa si alguna vez has sido generoso, y así con las
demás.
Entre las palabras que no
encerraste, piensa las que de ninguna manera se aplicarían a ti, y márcalas con
una palomita.
Por último, entre las palabras
encerradas con un circulo, encierra las 3 que más te caractericen, y entre las
palabras con una palomita, las que 3 que menos se aplican a tu persona.
Escribe las seis características
detrás de la hoja.
Tú tienes todos esos rasgos y características...
Las características que negamos
también forman parte de nosotros, y es importante aprender a aceptarlas.
Atraemos a nuestra vida a las personas que tienen estas seis características,
las más positivas, tal vez porque sentimos que no las merecemos, y las más
negativas porque negamos su presencia en esta vida.
Cuando podamos vernos en los demás,
será mucho más fácil establecer contacto con ellos, y a través de eso, entendernos
a nosotros mismos y establecer un contacto con la unidad...
¿Nunca se han preguntado porque sentimos
atracción o rechazo hacia determinadas personas? ¿Por qué hay actitudes que nos
molestan demasiado y otras que nos agradan?
Esto se debe a que todas las
relaciones que construimos son nuestro propio reflejo, lo que quiere decir que
todo lo que vemos a nuestro alrededor es una expresión de nosotros mismos, y a
través del espejo de una relación podemos descubrir nuestra conciencia o ámbito
espiritual.
Mediante los vínculos con los demás
podemos alcanzar la evolución espiritual, cuya meta es la unidad de la
conciencia, ya que aunque todos somos parte de la misma consciencia universal,
los verdaderos avances solo tienen lugar cuando reconocemos esa conexión en
nuestra vida cotidiana.
Estos vínculos que mantenemos en
nuestras vidas son una de las maneras más efectivas para alcanzar un estado de
conciencia debido a que siempre estamos envueltos en
relaciones.
Todos somos uno, y tanto las
personas a las que amamos como las personas por las cuales sentimos rechazo,
son un reflejo de nosotros.
Nos sentimos más atraídos a las personas que
comparten características similares a nosotros, como la inteligencia, o el
liderazgo, y queremos estar en su compañía, porque inconscientemente sentimos
que al estar con ellos podemos manifestar más de esas características.
De la
misma forma, cuando sentimos rechazo por alguien significa que reflejan las
características que negamos en nosotros, que no estamos dispuestos a aceptar.
Cuando seamos capaces de ver el espejo
de las relaciones, podremos ser capaces de ver nuestro ser completo. Es muy
importante aceptarnos en nuestra ambigüedad y aceptar que tener características
negativas no significa que seamos imperfectos, sino que estamos completos.
Existe un ejercicio para aceptar
nuestra dualidad.
Primero, deben conseguir una hoja y un lápiz y dividirla en
dos.
Luego, piensen en una persona que les atraiga, y en el lado izquierdo de
la hoja, pongan al menos diez características que les resultan atractivas en
esa persona. No se detengan a pensarlo demasiado, solo pongan lo primero que se
les viene a la mente.
Luego piensen en una persona que no
les agrade, y de la misma manera, en el lado derecho de la hoja pongan al menos
diez características que consideren negativas de ella, sin detenerse a
pensarlo.
Piensen en la primera persona.
Piensen en tres aspectos de ella que sean negativos y anótenlos.
Luego, piensen
en la segunda, y anoten tres aspectos de ella que consideren interesantes o
positivos.
Ahora deben tener al menos 26
características en ese papel. Reléelas y encierra con un circulo aquellas que
consideres que están presentes en ti. Por ejemplo, si escribiste generosidad en
la persona que te atrae, piensa si alguna vez has sido generoso, y así con las
demás.
Entre las palabras que no
encerraste, piensa las que de ninguna manera se aplicarían a ti, y márcalas con
una palomita.
Por último, entre las palabras
encerradas con un circulo, encierra las 3 que más te caractericen, y entre las
palabras con una palomita, las que 3 que menos se aplican a tu persona.
Escribe las seis características
detrás de la hoja.
Tú tienes todos esos rasgos y características...
Las características que negamos
también forman parte de nosotros, y es importante aprender a aceptarlas.
Atraemos a nuestra vida a las personas que tienen estas seis características,
las más positivas, tal vez porque sentimos que no las merecemos, y las más
negativas porque negamos su presencia en esta vida.
Cuando podamos vernos en los demás,
será mucho más fácil establecer contacto con ellos, y a través de eso, entendernos
a nosotros mismos y establecer un contacto con la unidad...
Les Deseamos.., una Hermosa y Feliz Travesía.
Dra. Carla Verónica Bruno
CEO Biodescodificación Integral Argentina
Mail: alica2020@gmail.com
Tel: +54 9 223 154541921
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