sábado, 29 de agosto de 2015

ATRÉVETE A CAMBIAR TUS CREENCIAS.

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ATRÉVETE A  CAMBIAR TUS CREENCIAS

Una bonita metáfora en forma de cuento  que tiene relación con nuestros pensamientos, el como estos  se fortalecen y se hacen creencias afectando nuestro comportamiento, nuestras emociones y por lo tanto nuestra vida…

Solo léela, como aquellos cuentos que te contaban de niño, tu cerebro hará el resto…

…”La tribu Kimokea vivía en el lado malo de una isla de dos caras. 
Los dos lados separados por un acantilado 
eran como la noche y el día.
El lado bueno estaba cruzado por ríos y cascadas bellísimas, 
lleno de arboles, flores y plantas exóticas crecían en sus praderas,
pájaros, belleza y comida abundante y accesible. 

En el lado malo, las flores ya se habían extinguido hace tiempo, 
el agua escaseaba, hambre y angustia por doquier, 
las bestias feroces se agolpaban  hambrientas
a la espera de su próxima victima.

Los kimokeos  vivían allí desde siempre, 
sin posibilidad de cruzar al otro lado. 

Su vida era dura y difícil, apenas tenían comida y bebida para todos,
siempre aterrorizados por las fieras que  periódicamente 
devoraban alguno de los miembros de la tribu.

Había una leyenda que circulaba entre ellos, 
contaba que alguno de sus antepasados 
había podido cruzar con la única ayuda de una pequeña balsa, 
pero hacia tantos años que no crecían los arboles entre los kimokeos, que pocos de ellos  creían que la leyenda fuera cierta, 
solo algunos “locos” u “osados“ hablaban de ella.

La tribu se había acostumbrado a vivir esa vida, difícil, triste. 
Se habían resignado a pasar hambre, frío, hasta habían podido aceptar hasta el grado de sentirlo “normal y cotidiano”, 
la perdida de algún  ser querido 
en las garras de las hambrientas fieras…

Subsistían, sin preguntarse ya, ni permitirse soñar otra existencia…

Pero quiso la naturaleza que un día, 
justo al borde del acantilado que separaba en dos la isla, 
creciera un árbol, que se hizo grande y fuerte 
y con él se pudieran construir dos canoas 
para que dos personas pudieran cruzar al otro lado.

Y la elección fue rápida, irían el jefe de la tribu y el hechicero. 
Pero cuando tuvieron todo preparado para hacerlo, 
el miedo se apodero de ellos, 
comenzaron a pensar que cosas malas podían ocurrirles, 
si resistiría la balsa….si algo salía mal…, 
y dieron tanta vida a esos pensamientos 
que el pánico se apodero de ellos y se rindieron.

¿Que dirían a la tribu?, todos se burlarían de ellos, 
perderían su respeto y su poder…

Entonces comenzaron a inventar historias de intentos fallidos
de otros ancestros, de terribles peligros al acecho…
y con la tiempo las historias circularon y se extendieron, 
cobraron la fuerza de grandes verdades 
y las dos balsas quedaron ahí
como un monumento a la imprudencia, a la insensatez, 
cualquiera que hubiera tenido la intención o el valor de usarlas 
se habría convertido en un kimokeo indigno 
que traicionaba los valores de todo su pueblo.

Pero llego un día en que en esa tribu 
surgieron dos jóvenes de corazón noble,  Mila Y Aru. 

Que guiados por el amor y la confianza 
decidieron un día utilizar las balsas.

Todos trataron de desanimarlos, contándole las historias 
aun más horrorosas de lo que se recordaba…

A tal punto trataban de convencerlos que Aru se dirigió a Mila 
y le pregunto  - ¿Estás segura?, 
si algo sale mal nuestro final será terrible y la muerte inevitable.

Mila le contesto: - ¿Conoces a alguno de nuestros seres queridos 
que no haya muerto en manos de las fieras tarde o temprano?

Eso es muerte, quedarnos de este lado de la isla 
es lo que conocemos 
y ya sabemos que es terrible y que no es vivir dignamente.

- Tienes razón Mila, tomemos la balsa, tiene que ser ahora, 
ya mismo antes que el miedo vuelva a apoderarse de nosotros 
y optemos por resignarnos a vivir aquí.

Y así , con un gran miedo, subieron, cruzaron 
y llegaron al otro lado de la isla, hermosa radiante…

Al ir sacando del agua las canoas sintieron el murmullo de unas voces que llegaban murmurantes desde el otro lado de la isla, 
a sus espaldas…

Comprendieron porque nadie se animaba, 
desde el otro lado de la isla solo se escuchaban voces resignadas, 
de aquellas personas sin sueños, llenas de miedo y desesperanza, aquellos que nunca saltarían por miedo a arriesgar algo 
y por ello mismo no querían que nadie lo lograra…



Les Deseamos.., una Hermosa y Feliz Travesía.

 Dra. Carla Verónica Bruno
CEO Biodescodificación Integral Argentina

Site: http://BiodescodificacionIntegralArgentina.blogspot.com.ar
Mail: alica2020@gmail.com
Tel: +54 9 223 154541921




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